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Esperanza para la vida comunitaria Indígena: Radio Chilate

Por Demetria Basurto Silva, mujer Indígena Me´phaa integrante del Colectivo de Radio Chilate 

La comunidad de Ayutla de los Libres, Guerrero, México fue fundada el 10 de abril del 2009 y cuenta con aproximadamente 350 habitantes, entre adultos, niños y niñas. Se trata de una comunidad multicultural que, para garantizar una sana convivencia, constituyó un comité encargado de atender todos los asuntos, respetando como regla principal el poder de la asamblea, ya que “la asamblea es la máxima autoridad”. Por ello, cualquier asunto debe informarse para tomar decisiones de manera colectiva. 

Se organizaron actividades comunitarias para limpiar la parcela y así designar un espacio a cada familia. Para las madres solteras y las familias que no tenían un espacio propio y pagaban arriendo en la ciudad fue un respiro de alegría poder construir su casita con palapas, techos de cartón y paredes hechas, algunas de barro y otras de cartón y nailon. También fue posible festejar al patrono de la comunidad, por mencionar algunas actividades. 

Mientras tanto la comunidad crecía al igual que sus necesidades. Desde el inicio carecíamos de los servicios básicos como el agua, la electricidad, la educación y la red de drenaje. Decidimos, por tanto, construir un contrapozo de agua dentro de la comunidad. Se fijó una cooperación para los materiales y la mano de obra la proporcionábamos nosotros. Cada uno de los habitantes de la comunidad, sin importar si eran madres solteras, trabajaban un día. Fue increíble, ya que teníamos agua que acarreábamos para nuestras necesidades en casa. Con el tiempo —sin dejar de luchar, sin dejar de gestionar y sin perder la esperanza— nos beneficiamos de un proyecto federal de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), exclusivo para nuestra comunidad, y logramos acceder a la electrificación. 

Una gran dificultad que enfrentamos dentro de la comunidad estuvo relacionada con el conflicto por un contrapozo de agua que se realizó mediante trabajo colectivo. En este caso, un ciudadano con autoridad cometió el error de vender un terreno junto al contrapozo, sin consultar a la asamblea, y la persona que lo compró selló el contrapozo con un candado, situación que molestó al pueblo, ya que esto no debió haber pasado nunca; sin embargo, sucedió. 

Las mujeres tenemos participación activa en las asambleas y se ha respetado nuestra voz y ha tenido valor. Yo empecé a pedir explicaciones sobre el conflicto porque consideré que no era justo lo que había pasado. Además, esta situación implicaba el debilitamiento de nuestra asamblea. Algunas mujeres señalamos que en el esfuerzo comunitario nadie, ni un solo individuo, puede sacar provecho personal del contrapozo de agua porque costó construirlo. Teníamos el alma debilitada, pero sabíamos que teníamos que hacer algo para rescatar nuestro contrapozo.

Solicitamos una explicación y exigimos una asamblea urgente para tratar de resolver la situación, provocada por algunas personas con obscuros intereses. Todo este conflicto se generó por la pérdida de respeto hacia la asamblea y, como dice el dicho popular, “no se puede tapar el sol con un dedo”, por lo que nos dábamos cuenta de lo que estaba sucediendo. 

Tiempo después, hubo fuertes discusiones entre las personas involucradas en la asamblea. Se determinó quitar el candado y respetar los bienes comunitarios, así como instruir al comité encargado para que resolviera la situación con la persona que compró el contrapozo de agua. Además, se acordó dejar un callejón para tener acceso al lugar y no afectar a otras personas.

Actuamos ante este problema nosotras, las mujeres, porque nosotras ocupamos el agua en casa para el aseo del hogar, para regar las plantas, para bañarnos, para preparar los alimentos y para lavar las ropas y los trastes; en fin, para todo. Nosotras administramos el uso del agua en casa y como en este tiempo de seca, entre febrero y finales de mayo, el agua escaseó por el calor, entonces, la tubería se secó y, por tanto, no nos llegaba nada de agua en la llave. Al poner atención y priorizar el problema con el contrapozo de agua, y al rescatarlo, nos beneficiamos, ya que de ahí nos abastecimos. Algunas personas compraron Rotoplas —tanques de almacenamiento— y otras acarreamos agua del contrapozo. Para mí ha sido de mucha ayuda.

El diálogo siempre ha sido una herramienta muy útil para nuestra comunidad, pero también lo ha sido el ser vigilante. Siempre es mejor tener el valor de hablar para defender lo comunitario, es así como podemos convivir, porque mi comunidad es rica en culturas Indígenas: aquí hay Me´phaa, Tu´un Savi, mestizos, Afromexicanos y Nahuas.

Al caminar por las calles, se pueden observar algunos niños y niñas jugando al ladrón y a los policías o a las escondidas; aún prevalece la esperanza en sus corazones. Las mujeres corren temprano al molino a moler su nixtamal, mientras que los esposos, algunos se van a trabajar al campo y otros, de peón de albañil. Así transcurren los días. 

Varios jóvenes son vigilantes en que no se use la resortera de manera innecesaria porque algunas personas les tiran a los pájaros o a otros animales y luego no se los comen. Han hecho conciencia de que, cuando matan a las pájaras, estas ya no regresan a sus nidos a empollar. 

En mi patio, como siembro muchas plantas —hay más plantas que casa—, solo tenemos una pequeña casita donde vivo con mis hijos. Todo el tiempo anidan los pájaros en los papayos y en los racimos de plátanos. Les gusta porque siempre hay que comer: abejas, avispas, culebras, iguanas y lagartijas.

En mi patio todo es alegría, porque siempre vienen muchos colibríes. 

En 2024, el Colectivo de Radio Chilate fue apoyada por el Fondo de Medios Comunitarios Indígenas, el cual brinda oportunidades para que las estaciones de radio Indígenas internacionales fortalezcan su infraestructura y sistemas de transmisión y creando oportunidades de capacitación en periodismo, transmisión, edición de audio, habilidades técnicas y más para periodistas de radio de comunidades Indígenas de todo el mundo. En 2024, el Fondo de Medios Comunitarios Indígenas apoyó a diversas comunidades con 57 subvenciones por un total de $450,000 a medios comunitarios Indígenas en 20 países, apoyando a 87 Pueblos Indígenas.