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La batalla de la comunidad de Thangmi contra los deslizamientos de tierra en Nepal

Asentada a la sombra del Himalaya, a unos 3,000 metros sobre el nivel del mar, la comunidad Thangmi se erige como un símbolo de resistencia y determinación. Durante innumerables generaciones, estas comunidades Indígenas han florecido en medio de los paisajes escarpados del distrito de Dolakha, manteniendo una profunda conexión con la naturaleza. Nuestras tradiciones, medios de vida e identidades están entrelazados con la tierra que llamamos hogar. Nuestra existencia también está llena de desafíos, en particular la amenaza persistente de deslizamientos de tierra que surge cada temporada de monzones.

Para los pueblos Thangmi, los deslizamientos de tierra son más que desastres naturales: son pesadillas recurrentes que nos obligan a reconstruir y adaptarnos constantemente. Cada año, cuando llegan las lluvias, las laderas inestables colapsan debajo de su peso, arrasando con casas, tierras de cultivo y ganado. La destrucción no es meramente física; es una interrupción de toda una forma de vida y pone en peligro nuestro patrimonio cultural.

Pero esta historia no es de desesperación. Es una historia de esperanza, unidad y acción. Reconociendo que nuestra supervivencia depende de abordar estos desafíos de frente, los Thangmi se han unido para hacer frente a los deslizamientos de tierra a través de un enfoque innovador y transformador de la bioingeniería. Esta iniciativa combina el conocimiento ecológico tradicional con técnicas modernas para estabilizar las laderas, prevenir la erosión y proteger nuestra tierra para nosotros y las generaciones futuras.

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Plantación de especies de pasto sobre una estructura de contención.
 

Una solución impulsada por la comunidad: la bioingeniería

La comunidad Thangmi reside en las faldas de Dolakha, un distrito de sorprendente belleza natural con campos en terrazas y densos bosques que son muy vulnerables a los deslizamientos de tierra. La frágil geología de la región contribuye significativamente a la frecuencia y gravedad de los deslizamientos de tierra, especialmente durante las lluvias monzónicas. Esto representa una amenaza persistente para las vidas y los medios de subsistencia de la población local. El impacto de los deslizamientos de tierra es devastador: las casas pueden quedar enterradas, los cultivos destruidos y las carreteras bloqueadas, lo que impide el acceso a los mercados, las escuelas y la atención médica. Las familias pierden sus medios de vida y, en algunos casos, a sus seres queridos. 
Para el pueblo Thangmi, estos desastres agravan los desafíos existentes de inseguridad alimentaria, desplazamiento y pérdida de ingresos, creando un ciclo de vulnerabilidad del que es difícil escapar. A medida que el cambio climático intensifica los patrones de lluvia, la amenaza de deslizamientos de tierra se vuelve aún más grave.

Para enfrentar y potencialmente prevenir los efectos devastadores de estos deslizamientos de tierra, las comunidades Thangmi han recurrido a la bioingeniería, un método que integra prácticas tradicionales con técnicas científicas para estabilizar la tierra y prevenir la erosión. Este enfoque está arraigado en la sabiduría de nuestros mayores, que han entendido durante mucho tiempo las relaciones entre las plantas, el suelo y el agua. El proyecto comenzó como una visión colectiva, ya que los miembros de la comunidad se reunieron para discutir el problema e identificar soluciones, aprovechando nuestra profunda conexión con la tierra. Juntos, creamos un plan para reforzar taludes vulnerables utilizando vegetación y terrazas.

La bioingeniería es un enfoque sostenible basado en la naturaleza que utiliza plantas y materiales naturales para fortalecer el suelo y prevenir deslizamientos de tierra. Es particularmente eficaz en áreas frágiles y propensas a la erosión, ofreciendo beneficios ambientales y sociales. En nuestro proyecto, hemos plantado pastos y árboles de raíces profundas en laderas inestables. Las especies clave incluyen la hierba de retama (Thysanolaena maxima), que se une al suelo con sus fuertes raíces, y los árboles de guayaba, que no sólo estabilizan la tierra sino que también proporcionan frutos que se pueden vender como una fuente crítica de ingresos.

También hemos empleado técnicas de terrazas para reducir la inclinación de las pendientes y minimizar la escorrentía de agua. Las barreras de piedra y las estructuras de bambú sostienen aún más el suelo, evitando la erosión durante las fuertes lluvias. Estas medidas se complementan con esfuerzos liderados por la comunidad para monitorear y mantener la tierra. Los ancianos guían la selección de las especies y las técnicas de plantación, asegurándose de que sus conocimientos tradicionales se respeten y apliquen. Los jóvenes lideran el trabajo físico, aportando energía y entusiasmo al proyecto. Juntos, han estado trabajando para convertir la prevención de desastres en una oportunidad para el desarrollo sostenible.

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Más allá de la prevención de desastres: Transformando vidas

Con la ayuda de este proyecto, las comunidades de Thangmi han implementado dos programas distintos destinados a crear conciencia y desarrollar la resiliencia en la comunidad. El programa “Concientización Comunitaria sobre los Riesgos y Mitigación de Deslizamientos de Tierra” se centra en educar a la comunidad sobre los riesgos de los deslizamientos de tierra y las medidas prácticas para mitigarlos. Se han llevado a cabo discusiones interactivas en las que se han enfatizado los efectos catastróficos de los deslizamientos de tierra, la importancia de la preparación y el uso de los recursos disponibles localmente para reducir la vulnerabilidad. Estas sesiones incorporaron conocimientos y prácticas tradicionales, asegurando que la sabiduría Indígena de la comunidad sea reconocida e integrada en las estrategias modernas de mitigación.

Nuestras presentaciones sobre el cambio climático y las soluciones de bioingeniería se realizaron a escolares de entre 12 y 16 años, cubriendo temas como las causas y los efectos del cambio climático, su papel en el empeoramiento de los riesgos de deslizamientos de tierra y el potencial de la bioingeniería como una técnica de mitigación efectiva. Los estudiantes aprendieron sobre cómo el cambio climático afecta los ecosistemas locales, intensifica los eventos climáticos y contribuye a la inestabilidad del suelo. En las presentaciones se destacó el uso de la bioingeniería a través de la plantación de vegetación de raíces profundas y la construcción de barreras naturales utilizando materiales orgánicos para estabilizar laderas y prevenir deslizamientos de tierra.

Esta iniciativa va más allá de la prevención de deslizamientos de tierra: se trata de transformar vidas y construir un futuro resiliente. Las comunidades han utilizado áreas para la agricultura, lo que permite a las familias cultivar y ganarse la vida. La plantación de árboles frutales ha creado nuevas fuentes de ingresos, reduciendo nuestra dependencia de la ayuda externa. El proyecto también ha fortalecido los lazos comunitarios, ya que trabajar juntos hacia un objetivo común ha fomentado un sentido de unidad y orgullo. Los niños también participan en el esfuerzo, aprendiendo sobre la conservación y a vivir sosteniblemente. Esta colaboración garantiza que los conocimientos y las prácticas desarrollados conjuntamente se transmitan a las generaciones futuras.

Los principios de resiliencia y acción comunitaria son universales. Algunas de las lecciones prácticas que la comunidad Thangmi ha aprendido hasta ahora son:

1. Comenzar desde la comunidad. Las soluciones son más efectivas cuando son impulsadas por la comunidad. Los ancianos, los jóvenes y todos los miembros de la comunidad deben participar en discusiones para identificar desafíos y soluciones. La acción colectiva fortalece los lazos y garantiza que todos se sientan involucrados en el resultado.

2. Aprovechar el conocimiento tradicional. El conocimiento Indígena es un recurso poderoso. Cuando se combina con técnicas modernas, ofrece la posibilidad de soluciones que son innovadoras y basadas en el contexto único de una comunidad.

3. Enfoque en prácticas sostenibles. Abordar los desastres naturales no se trata solo de socorro inmediato; se trata de la resiliencia a largo plazo. Las prácticas deben proteger el medio ambiente y al mismo tiempo proporcionar beneficios económicos a la comunidad.

4. Involucrar a la próxima generación. Se debe enseñar a los niños la importancia de la conservación y la sostenibilidad. Su participación garantiza que el trabajo iniciado hoy continúe en el futuro.

5. Buscar asociaciones. Si bien la acción comunitaria es vital, el apoyo externo puede amplificar sus esfuerzos. Colaborar con organizaciones, investigadores y agencias gubernamentales para acceder a recursos, capacitación y financiamiento es clave.

El camino de la comunidad Thangmi en la prevención y mitigación de deslizamientos de tierra es de transformación y esperanza. A pesar de los desafíos a los que nos enfrentamos, hemos encontrado la fuerza en la unidad y una alternativa a seguir a través de la bioingeniería. Nuestros esfuerzos no solo protegen sus tierras, sino que también preservan nuestra cultura y forma de vida. Este proyecto tiene como objetivo crear conciencia entre todos los miembros de la comunidad, independientemente de su edad, sobre los riesgos de deslizamientos de tierra y las estrategias de mitigación. Se hace especial hincapié en empoderar a las generaciones más jóvenes, ya que son los líderes del mañana. Al equipar a los estudiantes con conocimientos sobre las herramientas y técnicas disponibles localmente y fomentar la comprensión de los principios de la bioingeniería, el proyecto pretende inculcar un compromiso a largo plazo con las prácticas sostenibles y la resiliencia ante desastres. Involucrarse con la comunidad Thangmi de esta manera mejora nuestra capacidad para mitigar los riesgos de deslizamientos de tierra y, al mismo tiempo, fortalece nuestra conexión con nuestro conocimiento Indígena y el medio ambiente. Como resultado, la comunidad está mejor preparada para enfrentar los desafíos futuros, construyendo una base para condiciones de vida más seguras y sostenibles.

El socio de la subvención 2024 Keepers of the Earth Fund, Bigu Thami Bhume Samaj (Asociación de Bienestar Comunitario Thangmi), se fundó en 2017 y está compuesto exclusivamente por personas pertenecientes a la comunidad Thangmi, un grupo étnico indígena originario de Nepal con profundas raíces culturales en la región del Himalaya.

Miembros de la comunidad Thami durante un entrenamiento práctico de plantación.

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