
Cultural Survival, organización internacional comprometida con la defensa de los derechos de los Pueblos Indígenas en todo el mundo, expresa su profunda preocupación y rechazo frente a la creciente represión que el Estado panameño está ejerciendo contra los Pueblos Indígenas y el pueblo en general que se movilizan en defensa de sus derechos colectivos.
Durante las últimas semanas, miembros de los pueblos Ngäbe-Buglé, Emberá y Guna, han salido de manera pacífica a manifestar su rechazo a reformas legislativas como la Ley 462 sobre la Caja del Seguro Social y la reapertura de actividades mineras previamente rechazadas por la ciudadanía.
La respuesta estatal ha sido desproporcionada y violenta porque se ha reportado el uso de armas de fuego, gases lacrimógenos, incursiones policiales en comunidades, detenciones arbitrarias, allanamientos sin orden judicial y represión contra manifestantes, incluyendo niños, niñas, adolescentes y personas mayores. Mujeres Indígenas, muchas de ellas lideresas comunitarias y defensoras de Derechos Humanos, también han sido víctimas de amenazas y criminalización, en clara violación a su integridad, su dignidad y sus derechos como sujetas políticas y espirituales dentro de sus comunidades.
Instamos al Estado de Panamá a detener de inmediato todas las formas de violencia, criminalización y represión contra los Pueblos Indígenas, y a garantizar el derecho a la protesta social como expresión legítima de participación democrática.
Recordamos que, como Estado parte del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Panamá tiene la obligación legal de proteger el derecho a la vida, la integridad personal, la libertad de expresión y el derecho de reunión pacífica. El uso excesivo de la fuerza por parte de agentes estatales, especialmente contra los Pueblos históricamente marginados, es incompatible con estos compromisos internacionales.
Exhortamos a los mecanismos internacionales de derechos humanos, a las Relatorías Especiales de Naciones Unidas, al Sistema Interamericano y a todas las organizaciones de la sociedad civil global, a que:
- Vigilen de cerca los acontecimientos en Panamá.
- Exijan al Estado el respeto pleno de los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, en especial de las mujeres, niñez y personas defensoras.
- Den seguimiento a los casos de detenciones arbitrarias, violencia institucional y represión documentadas en comunidades como Tolé, Viguí, El Piro, Ojo de Agua, El Prado, Trinidad, Arimae y Piriatí.
- Den seguimiento a la situación en Changuinola con respecto a la destitución de aproximadamente 5 mil empleados de las bananeras por declarar ilegal la huelga que realizan.
La protesta pacífica no es un delito. Criminalizar a quienes alzan su voz contra políticas impuestas sin consulta ni consentimiento sólo profundiza la exclusión y el conflicto.
Desde Cultural Survival nos solidarizamos plenamente con los Pueblos Indígenas de Panamá. Nos unimos a su llamado por justicia, respeto y diálogo verdadero.