
Halito akana (Hola amigos y amigas),
Al escribir estas líneas, estamos a finales de la primavera aquí en la Isla de la Tortuga. Mi familia y yo acabamos de plantar Chikashsha tanchi homma (maíz rojo Chickasaw) bajo la luna nueva. Este maíz ancestral, transmitido de generación en generación, fue transportado por mis antepasados Chickasaw en el Camino de las Lágrimas cuando fueron expulsados de nuestras tierras natales. Pronto plantaremos frijoles, calabazas y otros cultivos junto con el maíz. Algunas de nuestras semillas fueron rematriadas por el Programa Sembrando Esperanza (Growing Hope Program) de la Nación Choctaw de Oklahoma, lo que nos permite revitalizar nuestros alimentos tradicionales, un componente fundamental de nuestro patrimonio y nuestra cultura.
La rematriación engloba las muchas formas en que los Pueblos Indígenas reclamamos nuestras tierras, lenguas, modos de vida, sistemas de conocimiento, prácticas culturales, objetos sagrados y restos ancestrales. Como bien afirma Crystal Cavalier-Keck (Occaneechi-Saponi), la rematriación “es un proceso sagrado de restauración de las relaciones Indígenas con la tierra, el agua, la lengua y la responsabilidad espiritual. Allí donde la colonización intentó cortar estas relaciones, la rematriación centra a las mujeres Indígenas, los sistemas de conocimiento matrilineales y la continuidad cultural para sanar lo que fue interrumpido, desplazado o robado violentamente”. Este CSQ destaca ejemplos de quienes trabajan incansablemente para revertir los efectos negativos de la colonización y devolver a casa lo que nos pertenece para las generaciones pasadas, presentes y futuras.
En 1990, se aprobó la Ley de Protección y Repatriación de Tumbas de Nativos Americanos (NAGPRA). Esta ley protege y dispone la devolución de los restos humanos de nativos americanos junto con los objetos funerarios, sagrados y del patrimonio cultural a sus respectivas Naciones Nativas. Desde entonces, se han devuelto 126.299 restos humanos y más de 1,86 millones de objetos. Sin embargo, solo el 31% de los museos sujetos a la NAGPRA han devuelto los restos humanos que se encontraban bajo su control, y museos, bibliotecas, coleccionistas privados y otras instituciones de todo el mundo siguen conservando millones de objetos robados y restos ancestrales que pertenecen a nuestras comunidades. La Iglesia Católica es una de las mayores propietarias del mundo, con miles de objetos sagrados en sus colecciones. La Iglesia debe abordar el oscuro legado de los internados, devolver a nuestros antepasados a sus hogares desde una multitud de tumbas sin nombre, y devolver tierras y objetos robados a los Pueblos Indígenas. Hacemos un llamamiento al nuevo Papa, León XIV, para que aborde estas graves necesidades y avance en los procesos de reconciliación.
Los Movimientos de Devolución de Tierras son una forma de rematriación e incluyen a gobiernos, organizaciones religiosas, instituciones y la devolución de tierras a los Pueblos Indígenas, así como la compra de tierras por parte de comunidades Indígenas. A medida que las comunidades y las organizaciones lideradas por Indígenas continúan reclamando activamente sus territorios mediante la defensa de sus derechos, la compra de tierras y objetos, y la recuperación de lenguas y prácticas culturales como los tatuajes y la conservación de semillas tradicionales, nos enorgullece apoyar este trabajo mediante la concesión de subvenciones, el desarrollo de capacidades, la defensa y la narración de historias.
Sin embargo, esta labor crucial está amenazada. Desde que asumió el cargo, el presidente Donald Trump ha firmado varias órdenes ejecutivas y ha dirigido acciones que tienen un impacto desproporcionadamente negativo en los Pueblos Indígenas. Nos solidarizamos con las comunidades Indígenas y seguimos comprometidos con la defensa de sus derechos, su soberanía y su bienestar. Monitoreamos activamente estos acontecimientos y trabajamos junto a nuestros socios para desafiar políticas en Estados Unidos y otros lugares que amenazan las tierras, culturas y autodeterminación de los Pueblos Indígenas. Tu apoyo ayuda a los Pueblos Indígenas a salvaguardar los sistemas de conocimiento, las lenguas y las formas de vida para las generaciones futuras y nos permite amplificar las voces Indígenas para que lideren el camino hacia la sanación y la garantía de un futuro sostenible para la Madre Tierra y para todos nosotros. Por favor, dona generosamente en www.cs.org/donate.
Hטchi yakoke li hoke (muchas gracias a ustedes),
Aimee Roberson (Choctaw y Chickasaw)
Directora Ejecutiva