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Restaurando suelos y construyendo muros de piedra para combatir la erosión

La desertificación y la deforestación de los cerros en San Mateo Etlatongo, Oaxaca, México, debido al cambio climático, han provocado una profunda erosión y barrancas frágiles. A lo largo de los años, los miembros de la comunidad de este municipio Indígena han creado un sistema de zanjas de contorno en un intento por retener el agua y restaurar los suelos; sin embargo, esta ha sido una solución limitada. La comunidad continúa trabajando en la creación de bordos, de manera sistemática y estructurada, en los cerros que han sido identificados como los más afectados por la degradación del suelo y la sequía, bajo la coordinación de las autoridades tradicionales del municipio. En 2024, el Comisariado de Bienes Comunales de San Mateo Etlatongo recibió una subvención del Fondo Guardianes de la Tierra (Keepers of the Earth Fund) para apoyar los esfuerzos de la comunidad.

La comunidad Ñuu Savi de San Mateo Etlatongo, conocida como Yucunduchi en mixteco/Ñuu Savi, está asentada en un área de aproximadamente 23.5 kilómetros cuadrados dentro de la región Mixteca, en el estado de Oaxaca, México. Estamos orgullosos de llevar en nuestras venas la sangre de guerreros indomables, valientes, esforzados y tenaces, herencia de nuestros antepasados. Por ello, mantenemos una lucha constante para preservar nuestras tradiciones y costumbres frente al embate de la modernidad, el globalismo y las políticas del capitalismo consumista, que han empobrecido a nuestros pueblos originarios, menospreciando y discriminando nuestra cultura, productos y semillas nativas, mientras promueven el saqueo y la extracción de nuestros recursos naturales y la deforestación del mundo en que vivimos. Como consecuencia de la sobreexplotación de los recursos naturales, el mundo entero ha perdido un número considerable de diferentes especies, ahora extintas debido a la destrucción de su hábitat natural. Hemos privado a las próximas generaciones del privilegio de haberlas conocido; ellas solo tendrán conocimiento de estas especies a través de imágenes.

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El bordo de retención de agua permite la recarga de los cuerpos de agua subterráneos con una capacidad de almacenamiento aproximada de 1600 metros cúbicos.

La deforestación excesiva e imparable, la voracidad con la que la expansión urbana destruye las áreas verdes, y las altas e incalculables emisiones de contaminantes provenientes de complejos industriales —que contaminan directamente la atmósfera, la tierra y el agua—, son problemáticas comunes para la mayoría de los gobiernos que, manipulados por los intereses económicos de los ricos, son responsables del cambio climático y del calentamiento global de nuestro planeta.

Nuestros pueblos, que antes vivían en armonía con la naturaleza, están amenazados por el sobrecalentamiento del planeta. Este fenómeno se ha hecho notorio en la alarmante y extrema prolongación de las sequías. La falta de lluvias afecta directamente la producción agrícola y la cría de ganado menor y aves de corral —base de la alimentación de nuestras comunidades—, que dependen de cultivos de temporal y del cuidado de animales para el autoconsumo. La falta de precipitaciones, así como las lluvias excesivas y torrenciales, provocan la desertificación del suelo, que queda completamente erosionado y pierde toda posibilidad de filtración para recargar el subsuelo y los mantos acuíferos. Esto ha provocado la disminución y desaparición de manantiales y pequeños pozos. A veces nos quedamos sin agua, lo que obliga a nuestra gente a emigrar y abandonar los pueblos, convirtiéndonos en presa fácil para ser utilizados como mano de obra barata al servicio de intereses empresariales. Para mitigar esta crítica situación, estamos realizando diversas obras dentro de nuestro territorio, sumando esfuerzos con las autoridades municipales, representantes locales y agrarios, instituciones educativas y la comunidad en general.

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Nuestro municipio cuenta con un tipo de relieve plano, donde se practica la agricultura de granos y semillas, así como el cultivo de forrajes para el ganado. También tenemos una gran parte de relieve accidentado y de ladera, lo que nos brinda una oportunidad importante para captar el agua de las escasas lluvias a través de zanjas y bordos. Hemos obtenido excelentes resultados, captando un alto porcentaje de las precipitaciones. Esto ha sido muy beneficioso para mantener la humedad en las zonas erosionadas, brindando así una mayor posibilidad de regeneración del suelo mediante el rebrote de diversos arbustos, pastos y árboles. La comunidad ha plantado diversas especies de nuestra región cerca de estos bordos.

Dentro de las barrancas, construimos muros de piedra acomodada, tal como lo hacían nuestros antepasados y basados en nuestro conocimiento tradicional, para combatir la erosión. Poco a poco, la materia orgánica y el suelo arrastrados por la lluvia quedan retenidos, lo que nos ayuda a recuperar amplias zonas aptas para el crecimiento de la flora local y a transformar gradualmente el área semidesértica en espacios verdes. De este modo, logramos regenerar regiones que favorecen la recuperación de la fauna silvestre en la zona, además de captar una buena cantidad de agua.

Con el apoyo y la guía de las personas mayores de nuestro pueblo y tomando en cuenta la experiencia de ingenieros, elegimos los lugares adecuados para construir microcuencas. Levantamos bordos con el apoyo de maquinaria pesada, la cual mueve y compacta el material para que resista la presión del agua almacenada, lo que incrementa la infiltración al subsuelo y recarga nuestros mantos acuíferos. Además de las microcuencas, en las laderas de grava compacta y pequeñas zonas pedregosas que son difíciles de limpiar, utilizamos un tractor para romper la superficie y así poder plantar árboles y arbustos. Este trabajo nos permite captar y filtrar el agua durante las lluvias, al tiempo que reduce los deslizamientos de tierra y promueve la máxima penetración de humedad en la grava, lo que contribuye aún más a la recuperación de la vida vegetal en nuestra zona.  


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La comunidad de Etlatongo también enfrenta un problema de contaminación del río, causada por una ciudad cercana. La zona urbana de Nochixtlán descarga sus aguas residuales en este cuerpo de agua que alguna vez dio vida al municipio de Etlatongo. Con el vertido de aguas negras, el río dejó de ser claro y cristalino. Ahora es un líquido gris que está destruyendo la flora y la fauna de este lugar; ha perdido su función de nutrir la vida. Ante la crisis hídrica que enfrenta nuestro planeta y, sobre todo, ante los estragos que en los últimos años se han sentido en nuestras comunidades Indígenas, el pueblo de San Mateo Etlatongo redoblará sus esfuerzos para restaurar nuestras tierras erosionadas y luchar contra el desplazamiento de nuestros pueblos, así como contra la extinción de nuestras semillas nativas debido a la invasión de granos transgénicos. También lucharemos por preservar nuestras costumbres y tradiciones, que han sido un gran patrimonio cultural de nuestros antepasados.

El pueblo de San Mateo Etlatongo está comprometido con el cuidado y la salvaguarda del medio ambiente. Somos un pueblo que ha trabajado, está trabajando y continuará dando su máximo esfuerzo por un entorno más sano y limpio para nuestras futuras generaciones. Hemos recibido el apoyo de un programa gubernamental para iniciar trabajos de restauración de suelos y reforestación en nuestras zonas más deterioradas. La participación de Cultural Survival, a través de la subvención del Fondo Guardianes de la Tierra (Keepers of the Earth Fund), ha sido esencial para reconocer, valorar y respaldar a nuestro pueblo en la construcción de represas de retención de agua de lluvia para el enriquecimiento de los mantos acuíferos, en beneficio de la vida y de nuestro planeta. 
El trabajo en equipo, que incluye la participación de la niñez y de las instituciones educativas en sus distintos niveles, así como de organizaciones locales, ha despertado en la comunidad un interés por el manejo y mejoramiento de nuestro medio ambiente, promoviendo hábitos y valores que nos brindarán un futuro más digno como seres humanos.

 

Foto superior: Zanja bordo para captar agua de lluvia en zonas de laderas pronunciadas con una capacidad de 16.9 metros cúbicos.

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