
Aviso sobre el contenido: El siguiente contenido incluye información sobre violencia contra personas Indígenas. Nos hemos esforzado en proveer información sobre cada individuo en celebración de sus vidas y trabajo, sin incluir detalles innecesarios sobre sus muertes. Si bien hemos trabajado para evitar incluir vínculos a fuentes que contengan imágenes muy gráficas, tengan en cuenta que las fuentes vinculadas pueden incluir más detalles e incluso cambiar las imágenes después de que las hayamos revisado.
A nivel global, el 64,8% de todos los ataques que sufren personas defensoras son en contra de quienes defienden la tierra y los territorios. América Latina sigue siendo una de las regiones más peligrosas para ser una persona defensora de los derechos Indígenas y medioambientales: tres de cada cuatro asesinatos de defensorxs del medio ambiente se producen en América Latina. Las personas defensoras Indígenas enfrentan una doble amenaza: defender derechos y ser Indígenas. En 2023 el 49% de las personas defensoras de tierra y medio ambiente asesinadas a nivel global fueron Indígenas o afrodescendientes, una cifra desproporcionadamente más alta que la proporción de los Pueblos Indígenas en la población mundial, que es de aproximadamente el 6%.
Es importante tener en cuenta que los asesinatos representan la punta del iceberg, antes de llegar a ese punto ocurren una variedad de ataques. Según los últimos datos recopilados por la red Allied (Alliance for Land, Indigenous and Environmental Defenders) por cada asesinato de una persona defensora del medioambiente y el territorio Indígena documentado en 2022, ocurrieron al menos 5 ataques no letales.
Como parte de nuestro Programa de Defensa, en Cultural Survival, rastreamos las violencias en contra de personas defensoras Indígenas, procurando establecer conexiones entre los casos y demostrar que no se trata solamente de casos aislados de agresiones contra individuos, sino más bien de una crisis sistémica en contra de las personas defensoras Indígenas en el mundo.
Hacemos este trabajo para concientizar sobre esta persecución sistemática, pero también en nombre de la memoria. Las personas defensoras Indígenas asesinadas a lo largo de 2024 nunca serán olvidadas por sus familias y comunidades. El vacío que dejaron en sus comunidades y culturas será irremplazable pero no hay que ignorar que este vacío es igual de importante fuera de sus comunidades: estas personas son quienes defienden nuestro planeta del colapso medioambiental, y quienes mantienen vivos conocimientos sumamente valiosos sobre cómo proteger nuestros ecosistemas y cómo relacionarnos entre nosotrxs.
La recopilación de los casos para este proyecto no es exhaustiva por razones de capacidad y proviene tanto de medios como de comunidades y organizaciones socias. Sin embargo, el alcance no es total y con certeza hay casos que no llegan a nuestros oídos. A pesar de que esas personas no sean nombradas específicamente en este In Memoriam, de ninguna manera el asesinato de ellas implica menos gravedad. Este trabajo no deja de rendir homenaje también a todas aquellas personas que, por una variedad de motivos, no pudimos mencionar y cuyas luchas resuenan aún en sus comunidades, sus territorios y sus familias, y seguirán resonando.
Nuestro objetivo es que se conozcan todos los nombres y legados, sin importar cuánta atención recibió, especialmente apoyando aquellos casos que tuvieron menos cobertura mediática. Cuando recibimos casos por parte de comunidades socias que no habían sido publicados todavía, nos aseguramos de que sea seguro publicarlos, siempre con consentimiento de la comunidad. Todas y cada una eran personas queridas, parte tanto de una familia como de una comunidad y personas cuyos asesinatos han generado un profundo duelo, no solo por el trabajo que realizaron sino también por quienes que eran.
En la mayoría de los casos, unos meses después del asesinato reina la impunidad. En algunos países latinoamericanos la tasa de impunidad general es del 90% o más, lo que significa que 10 crímenes (o menos) de cada 100 son debidamente investigados y resueltos por el sistema judicial. Estas cifras son optimistas en comparación con los crímenes contra personas defensoras Indígenas. Las autoridades tienden a no esforzarse mucho en realizar investigaciones exhaustivas relacionadas con defensorxs Indígenas por varias razones: los incidentes suceden en lugares remotos con menos acceso, connivencia de las autoridades con actores armados ilegales o empresas multinacionales implicadas en el ataque y un desinterés generalizado acerca de los problemas relativos a los Pueblos Indígenas intrínseco a la discriminación estatal hacia ellos.
En los perfiles que presentamos a continuación recordamos con mucho dolor a 41 defensorxs Indígenas que fueron asesinadxs durante el 2024, de lxs cuales un porcentaje muy alto eran extremadamente jóvenes. También reconocemos y condenamos otras agresiones, desapariciones, criminalización y otras formas de violencia contra personas defensoras Indígenas alrededor del mundo. Reconocemos que nuestro alcance es limitado y que la violencia en contra de las personas Indígenas, y en particular contra defensorxs del medio ambiente y de derechos, supera enormemente los datos que tenemos la capacidad de recopilar. Honramos a todas las personas y comunidades que se han visto afectadas. Nos comprometemos a continuar trabajando por la justicia para las personas defensoras de los derechos y la tierra junto con las comunidades afectadas.
Las personas defensoras están enlistadas por país (en orden alfabético) y luego cronológicamente en base a la fecha del incidente.
Argentina
Argentina cuenta con 35 pueblos Indígenas oficialmente, los que cuentan legalmente con derechos constitucionales específicos a nivel federal y en la mayoría de sus estados provinciales. El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo fue ratificado en el 2000 y está vigente con estatus de tratado internacional desde 2001. Además se encuentran vigentes, y tienen fuerza normativa, la Declaración de las Naciones Unidas y la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Los Pueblos Indígenas en Argentina en la actualidad están presentando diversas dificultades que ponen en riesgo su reconocimiento y preservación territorial, a través del desconocimiento de derechos constitucionales y convencionales por parte del gobierno de Javier Milei que manifiesta el interés por los recursos naturales que se encuentran dentro de territorios Indígenas.
En 2013, Argentina promulgó la Ley nº 26.160, posteriormente prorrogada por la Ley nº 26.554, conocida como Ley de Emergencia en Tierras Indígenas. Esta legislación suspendió los desalojos de comunidades Indígenas de las tierras que han ocupado tradicionalmente, incluidas las tierras gestionadas por parques nacionales. El 9 de diciembre de 2024 se derogó la Ley 26.160, acentuando un panorama de persecuciones, desalojos, represiones y procesos legales en contra de los Pueblos Indígenas de Argentina.
- Juan Carlos Villa
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El Domingo 11 de agosto del 2024, efectivos de la policía de Río Negro ingresaron disparando al domicilio de Juan Carlos Villa, perteneciente al pueblo Mapuche. El ingreso de la policía al hogar se realizó sin previo aviso de orden de allanamiento y detención. En el lugar se encontraban cinco personas, entre ellos Juan Carlos Villa y su hijo Emanuel cocinando un asado familiar quienes al verse enfrentados a los disparos huyeron del lugar.
Juan Carlos Villa fue apresado y agredido por el efectivo policial Adrián Lamadrid, quien le disparó varias veces, hiriendo a su hijo en el mismo ataque. Desde distintos medios de comunicación se intentó retratar este ataque como un enfrentamiento entre Juan Carlos y los policías, lo cual se desmiente ya que los hechos dan a conocer que Juan Carlos fue víctima de fusilamiento y que los únicos disparos ejecutados fueron realizados por los efectivos policiales.
Ante el despojo y genocidio, la defensa del territorio del pueblo Mapuche en Argentina ha presentado un alto proceso de criminalización, persecución y asesinatos los cuales dan a conocer la discriminación y no reconocimiento de su territorio. La muerte de Juan Carlos Villa marca la violencia y el racismo presente en Argentina hacia los Pueblos Indígenas que defienden la tierra, el agua y la biodiversidad.
Brazil
- Nega Pataxó
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Foto: Ambienta
Nega Pataxó era una lideresa y profesora del pueblo Pataxó Hã Hã Hãe que trabajaba con juventudes y mujeres. Fue asesinada el 21 de enero 2024 a mano de ruralistas (comerciantes y empresarios del sector agrícola), en un ataque en el que otros dos líderes salieron heridos. Los hechos hablan de un ataque organizado en el cual los terratenientes cercan la comunidad con camionetas y atacan a balazos.
Con la presencia de la policía militar del estado de Bahía y con el consentimiento y negligencia de las autoridades federales, este grupo de ruralistas autodenominado “Invasión Cero” intentó tomar el territorio Caramuru, tierra tradicional del pueblo Pataxó, en el municipio de Potiraguá.
El cacique Nailton, uno de los líderes heridos en el ataque, ha sido una fuerza ejemplar en la lucha por la autodeterminación de los Pueblos Indígenas en Brasil desde hace décadas, organizando talleres y retomadas* de sus tierras. Su perseverancia en la defensa del territorio se ha visto evidenciada por la retomada de más de 50.000 hectáreas de la tierra Indígena, Caramuru-Catarina Paraguaçu, junto con otras comunidades.
*Retomada: significa la recuperación de los territorios tradicionales Indígenas y de su cultura por parte de las generaciones Indígenas más jóvenes. Buscan recoger el conocimiento de sus mayores para volver a conectarse con su historia y cultura, reafirmando su identidad y evitando así la desaparición.
- Neri Ramos da Silva
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Neri Ramos da Silva, joven de 23 años y padre de un bebé, perteneciente al Pueblo Indígena Guaraní Kaiowá ubicado en Mato Grosso do Sul, fue asesinado el 18 de septiembre de 2024 en un ataque armado por parte de la policía en el que otras dos personas resultaron heridas.
El asesinato de Neri Ramos da Silva se da en un contexto de frecuente violencia en el que las amenazas hacia el pueblo Guaraní Kaiowá se han agravado debido a disputas territoriales en las que ruralistas atacan a las comunidades en un intento de tomar sus tierras ancestrales. Tan sólo una semana antes de su asesinato su comunidad ya había sufrido otro ataque que dejó a tres personas heridas.
Los constantes hechos de violencia contra la comunidades Guaraní Kaiowá, han levantado la alerta de diversos organismos internaciones, quienes ven con preocupación la situación de los Pueblos Indígenas en Brasil. Es así como a principios de 2024, Jan Jarab, jefe de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Oficina Regional para América del Sur, condenó los ataques contra el pueblo Guaraní Kaiowá indicando la urgencia de establecer la demarcación del territorio Indígena, permitiendo el reconocimiento y valorización cultural de las comunidades Indígenas de acuerdo a los estándares internacionales de derechos humanos.
- Fred Souza Garcete
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Fred Souza, Guaraní Kaiowá de 15 años de la oficialmente demarcada Tierra Indígena (TI) Nhanderu Marangatu, fue encontrado muerto la mañana del 23 de septiembre. Según las propias comunidades, el joven se encontraba regresando en motocicleta a su domicilio, ubicado en la TI Nhanderu Marangatu. Posteriormente su cuerpo fue encontrado sin vida y con signos de violencia.
La policía trató de cubrir los hechos alegando que Fred había sufrido un accidente automovilístico, sin embargo las comunidades se niegan a aceptar esta versión ya que su motocicleta no se encontraba en el lugar y exigen que se lleve a cabo una investigación completa.
No es casualidad que Fred Souza fuera asesinado tan sólo unos días después que Neri Ramos, perteneciente al mismo pueblo y en el mismo territorio donde las comunidades luchan por la recuperación de su tierra frente a la agroindustria que trata de avanzar aprovechando la débil demarcación de las tierras.
Colombia
La protección del territorio, los saberes ancestrales y el cuidado de la vida continúa poniendo en peligro la integridad y la existencia misma de quienes dedican su labor a esta causa, generando un desequilibrio en la armonía y el buen vivir de los Pueblos Indígenas y, en última instancia, de toda la humanidad. En su informe desde el 2016, año de la firma del acuerdo de paz con las FARC, hasta septiembre de 2024, la ONU ha registrado 248 homicidios de líderes ambientales en Colombia. La mayoría de las víctimas eran Indígenas, afrodescendientes y campesinxs, asesinadxs principalmente por grupos armados ilegales.
Estas cifras posicionan a Colombia como uno de los países con las tasas más altas de homicidios de personas defensoras del medio ambiente. La violencia afecta mayoritariamente a regiones como el Pacífico, la Amazonía y el Orinoco. Departamentos como Cauca, Chocó y Nariño concentran la mayoría de los asesinatos, coincidiendo con áreas de fuerte presencia de disidencias de las FARC y grupos paramilitares y narcotraficantes, como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, también conocidas como Clan del Golfo.
A pesar de este panorama alarmante, la reciente ratificación del Acuerdo de Escazú por parte de Colombia representa un paso significativo hacia la protección de los defensores del medio ambiente, al promover la garantía del acceso a la información y la justicia para quienes salvaguardan la tierra y los recursos naturales.
- Rubén Darío Dagua
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El 10 de enero de 2024 la Asociación de Cabildos Indígenas del norte del Cauca (ACIN) denunció el secuestro del líder Nasa Rubén Darío Dagua en el municipio de Buenos Aires al norte del Cauca. El 16 de enero la ACIN comunicó que el frente Jaime Martínez (disidencias de las FARC) había entregado el cuerpo sin vida de Rubén Darío.
Esta situación exige una respuesta urgente tanto del gobierno colombiano como de la comunidad internacional para garantizar la protección de líderes y lideresas Indígenas y sus comunidades. Es fundamental que se implementen medidas efectivas para salvaguardar sus derechos humanos y promover un entorno seguro para la defensa de la vida y el territorio. El liderazgo de Rubén Darío Dagua es un legado para la resistencia cultural y la reivindicación de los derechos en medio de un contexto adverso.
- José Alirio Chocué Molano
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Foto: Noticias del Cauca vía Facebook
José Alirio Chocué Molano del Pueblo Indígena Nasa fue asesinado el 19 de enero de 2024 en su casa ubicada en territorio ancestral La Gaitana, Cauca. El hecho sucedió en una zona donde hay presencia de disidencias de las FARC y fue atribuido a grupos armados al margen de la ley. El mayor espiritual y también firmante de paz pertenecía al Territorio Nasa de la Gaitana en el municipio de Silvia.
En un comunicado el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) hacía un recordatorio de que “silenciar [...] la vida de un sabedor ancestral conlleva la desaparición cultural y la memoria histórica de los pueblos indígenas”.
Las autoridades y Guardia Indígena de La Gaitana y de Pueblo Nuevo hicieron un llamado al gobierno nacional y organizaciones internacionales de darle seguimiento a este tipo de violencias.
- Eywar Yamid Moran Campo
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Eywar Yamid Moran Campo (Nasa) fue asesinado el 10 de febrero de 2024 regresando a su comunidad tras participar en una capacitación en Santander de Quilichao. Fue atacado por dos sicarios que le dispararon.
Eywar vivía en el Resguardo de Pueblo Nuevo, Cauca, era padre de una niña de 10 años y ejercía un rol de liderazgo en su comunidad, además de hacer parte de la Guardia Indígena del Resguardo. También participaba de varios procesos como el programa de reincorporación de ex guerrilleros y había sido firmante del acuerdo de paz.
- Dairo Yovani Aquite
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Foto: Noticias Tierra Adentro via Facebook
Dairo Yovani Aquite (Nasa), de 29 años de edad, fue asesinado a disparos con arma de fuego el 4 de marzo de 2024 mientras regresaba del resguardo de Mosoco. Dairo ejercía como autoridad ancestral del Resguardo Indígena de Santa Rosa en Inzá, Cauca, elegido por su comunidad Quiguanás. Ya había reportado que grupos armados le habían amenazado a él y a su familia.
Tras su asesinato, la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana (mecanismo para situaciones de riesgo inminente) incluyendo el municipio de Páez. El asesinato de Dairo ejemplifica como a menudo, a pesar de haber alertado sobre amenazas, muchxs defensorxs no obtienen la protección necesaria para evitar que estas terminen en asesinato.
Estos hechos ponen de manifiesto el nivel de violencia que se está viviendo en el Cauca donde los asesinatos sistemáticos de defensorxs, presencia de grupos armados y reclutamiento de menores suponen ataques constantes a la estabilidad de las comunidades Indígenas.
- Carmelina Yule Pavi
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Carmelina Yule Paví, mujer Indígena Nasa de la vereda La Bodega, fue lideresa, defensora de los derechos humanos e integrante de la Guardia Indígena del Resguardo de Toribío, ampliamente reconocida por su labor en la defensa de los derechos de las mujeres de su comunidad y por enfrentar el reclutamiento de niños. Carmelina había sufrido los estragos del conflicto armado que azota su región en especial con el asesinato de sus dos hijos en 2020 y 2021, lo cual fue un impulso para involucrarse más aún en la lucha.
El 16 de marzo de 2024, Carmelina se involucró en la búsqueda de un menor que había sido secuestrado por parte de miembros del Frente Dagoberto Ramos. A raíz de este incidente, quienes exigían la liberación del menor sufrieron amenazas que terminaron en un ataque armado contra la comunidad de La Bodega. Carmelina fue herida junto con otra persona de la comunidad y falleció un día después. Su asesinato motivó la suspensión oficial por parte del presidente Gustavo Petro de la tregua entre el Estado colombiano y el Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las Farc.
Ante este asesinato el CRIC expresó “no podemos permitir que se siga regando sangre de inocentes, no podemos seguir permitiendo que esta estructura de narcotraficantes que se hacen llamar el ejercito del pueblo sigan creyéndose dueños de nuestros territorios, asesinando a su misma gente, y sumergiendo a los territorios en desarmonías”.
- Yoli Áchito Rojas
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Foto: El Bausodeño vía Facebook
Yoli Áchito Rojas, un destacado líder Indígena Emberá y miembro de la Guardia Indígena de la comunidad Alto Tumandó, fue asesinado el 23 de marzo de 2024 por un grupo de hombres armados. En el área se encuentran grupos al margen de la ley, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y diversas bandas locales, lo que genera un ambiente de alta tensión y riesgo para la comunidad.
Además de su rol en la Guardia Indígena, Áchito Rojas demostró su compromiso y liderazgo desempeñándose como personero estudiantil en Puerto Indio, perteneciente al Resguardo Río Jurubitá Chorí, en el Alto Baudó. Su compromiso con la defensa de los derechos de su comunidad y su liderazgo lo convirtieron en una figura de referencia para su comunidad.
- Mary Emilse Bailarín Domicó
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Foto: Zona Norte Comunicaciones vía Facebook
Mary Emilse Bailarín Domicó de 22 años de edad del pueblo Embera, desapareció el 1 de mayo de 2024. Lamentablemente, su cuerpo fue hallado sin vida y con signos de tortura y agresión sexual el 9 de mayo, ocho días después de su desaparición.
Mary Emilse era una lideresa cultural y talentosa artesana Indígena de la comunidad Emberá en el municipio de Tierra Alta, Córdoba. Su participación activa en la Organización de Artesanías de Colombia resaltaba su compromiso con la preservación y promoción de su cultura. Su partida deja un vacío para su hijo de 3 años, su familia y para su comunidad, para quienes era un referente.
- Sandra Lorena Anacona
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Foto: Indepaz vía X
Sandra Lorena Anacona de 42 años, era una destacada integrante del Resguardo de Canoas perteneciente el pueblo Yanacona, ubicado en la zona rural de Santander de Quilichao, Cauca. Reconocida por su firme compromiso con los derechos de su comunidad, Sandra participaba activamente en diferentes espacios de defensa del territorio y promoviendo el derecho propio y la autonomía del Pueblo Indígena. Su liderazgo y voz se hicieron sentir en numerosos espacios de diálogo y organización comunitaria, siendo una figura clave para fortalecer el tejido social y cultural de su territorio.
El 14 de mayo de 2024 fue asesinada en el municipio de La Plata, Huila, en circunstancias que aún están siendo investigadas. El asesinato de Sandra Lorena Anacona ha causado profundo dolor y conmoción entre sus seres queridos y compañeros de lucha. El CRIC expresó “A la familia de la compañera Sandra, a su madre y sus dos hijos, un abrazo solidario, lleno de fuerza en estos momentos, sabemos de la impotencia, del dolor y la rabia que produce su asesinato, pero en ese dolor nos juntamos, para seguir caminando en busca de la justicia. A la compañera Sandra, que el seno de la Madre Tierra, te reciba y te abrace. Nos vemos en la próxima Minga”.
- Deyby Yair Bueno Villano
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Foto: Análisis Urbano
Deyby Yair Bueno Villano (Nasa), de 23 años, fue asesinado el 10 de junio de 2024 en la vereda El Palo, municipio de Caloto. Deyby vivía en la vereda Guabito y había sido autoridad en López Adentro. Su asesinato representa una grave pérdida para las comunidades Indígenas y un atentado contra la defensa del territorio ancestral.
La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) expresó su preocupación por la situación tan grave que se vive en esta región y pidió a los organismos de derechos humanos prestar atención a la situación del pueblo Nasa.
- Luis Eduardo Vivas
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Foto: W Radio
El líder y médico tradicional del pueblo Indígena Nasa Luis Eduardo Vivas fue asesinado el 25 de junio de 2024 con arma de fuego en un crimen perpetrado por sicarios en su lugar de residencia en el resguardo Indígena de Mosoco en el municipio de Páez, Cauca, donde hace presencia el Frente Dagoberto Ramos (disidencias de las FARC).
Ante su asesinato el CRIC rechazó estos hechos violentos que ponen en riesgo la estabilidad y armonía del territorio y sus habitantes. Las autoridades del territorio ancestral de Mosoco expresaron “Son desarmonías territoriales que generan los grupos armados dentro de nuestros territorios. Lo que hace que debemos revisar y fortalecer aún más nuestras estrategias de gobernabilidad”. Así mismo, se han iniciado las investigaciones pertinentes para esclarecer los hechos.
- Eyber Danilo Poto Pazú
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Foto: Min Culturas
Eyber Danilo Poto Azú fue desaparecido el 22 de junio de 2024 en la vereda El Tierrero del municipio de Caloto por miembros del Frente Dagoberto Ramos de las disidencias de las FARC. Lamentablemente el 27 de junio fue asesinado por los autores de su secuestro.
Eyber Danilo era un líder perteneciente al Pueblo Indígena Nasa, quién trabajaba por el bien de los Pueblos Indígenas en el norte del Cauca, y también era hijo del actual viceministro de Pueblos Étnicos y líder Indígena Nelson Lemus. Sin duda, su asesinato representa un recrudecimiento de la violencia en la región y un escalamiento de agresiones contra comunerxs que le aportan al buen vivir de sus territorios.
- Bruno Pambelé Moreno
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Bruno Pambelé Moreno fue un importante líder, autoridad y sabedor Indígena, integrante de la comunidad Indígena Hitnü, del departamento de Arauca situado en el extremo norte de la región de la Orinoquia Colombiana. Pambelé fue asesinado el 7 de julio de 2024 al ser interceptado por sujetos armados en el municipio de Arauquita, lugar en donde se ha registrado la presencia de grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Frente 10 del Comando Conjunto de Oriente y bandas de carácter local.
Su sepelio se llevó a cabo en un contexto de desamparo e intimidación debido a que sus agresores impidieron el ingreso del personal funerario, por ello la comunidad se encargó del sepelio del líder.
- Hernando Pai Cuasaluzan
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Foto: SOS Llorente Nariño vía Facebook
Hernando Pai Cuasaluzan de 24 años de edad pertenecía al Pueblo Indígena Awá, fue asesinado el 28 de julio de 2024 presuntamente por disidencias de las FARC. El jóven, pertenecía al Resguardo Quejuambi Feliciana, municipio de Tumaco, era Guardia Indígena, y participaba activamente en actividades comunitarias del resguardo. Junto con su comunidad, habían sido desplazados de la región, debido a la creciente ola de violencia y el aumento de víctimas. Sin embargo, retornó a su territorio sin acompañamiento desde 2023.
Los miembros de la Unidad Indígena del Pueblo Awá (UNIPA) lamentaron la persistencia de la violencia a pesar de las medidas de protección otorgadas por la Corte Constitucional en los Autos 004/2009, 174/2011 y 620/2017 y las Medidas Cautelares MC 61-11 emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, e instaron a las autoridades a garantizar la protección para los familiares de esta y otras víctimas.
- Jhon Jairo Forastero
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Foto: Chocó7días
Jhon Jairo Forastero era un joven Indígena Embera Dobida, originario del corregimiento de Pavarandó (Alto Baudó) y residía en la ciudad de Quibdó (Chocó), después de haber emigrado para buscar mejores oportunidades laborales. Lamentablemente fue atacado y asesinado el 31 de julio de 2024, cuando un grupo de hombres encapuchados ingresaron a su vivienda y dispararon, hiriendo a su hijo Jhon Leison Forastero de ocho años de edad y a Silvio Mejia Machuca, un familiar cercano.
Por su parte, las Autoridades Indígenas Pertenecientes a la Mesa Permanente De Diálogo y Concertación De los Pueblos Indígenas del Chocó denunciaron que personas externas a la comunidad los han violentado anteriormente, y exigieron a las autoridades que investiguen este caso y que no quede impune.
- Dino Ui Musicue
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Foto: WRadio Colombia
Dino Ul Musicue, líder Indígena Nasa comunero y autoridad en el norte del Cauca, era habitante del Resguardo Indígena San Francisco ubicado en la Vereda El Flayó del Municipio de Toribío, Cauca. Fue asesinado el 3 de agosto de 2024 mientras se encontraba en una reunión en la vereda El Nilo del resguardo Indígena de Huellas, Caloto. El ataque se dio en medio de un enfrentamiento entre el Frente 57 y la estructura Dagoberto Ramos, ambos grupos disidentes de las FARC.
El ataque sucedió en uno de los territorios que la Defensoría del Pueblo había señalado anteriormente como riesgoso para líderes sociales y defensorxs de derechos humanos, principalmente por los actos violentos de grupos armados ilegales.
- Wilfrido Segundo Izquierdo Arroyo
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Foto: Universidad del Magdalena vía Facebook
Wilfrido Segundo Izquierdo Arroyo de 21 años de edad pertenecía al pueblo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta, era un reconocido líder y alumno de la Universidad del Magdalena en donde estaba por terminar sus estudios en Ingeniería Civil. Así mismo se desarrollaba como miembro activo de la Asociación de Estudiantes Indígenas, incorporando a su carrera los saberes ancestrales de su comunidad.
El pasado 10 de agosto de 2024, varios sicarios que se movilizaban en motocicleta le arrebataron la vida en el barrio Ciudad Equidad. Las autoridades tradicionales del Pueblo Arhuaco y personas defensores de derechos humanos y del medio ambiente condenaron los hechos y pidieron justicia por el jóven asesinado. Este hecho se suma a la lista de incidentes violentos que se han registrado en días anteriores, demostrando una escalada de violencia inminente. Se presume que los índices de criminalidad han aumentado de manera alarmante debido a la disputa del territorio entre los grupos narcotraficantes de las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada y el Clan del Golfo, por lo que no se descarta la continuidad de los sucesos de este carácter si el gobierno colombiano no toma acciones concretas para detenerlos.
- Víctor Alfonso Yule Medina
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Victor Alfonso, un Kiwe Thegnas (guardia Indígena) del Pueblo Nasa, fue asesinado el 18 de agosto de 2024 por sujetos armados en la vereda Pueblo Viejo, municipio de Toribío al norte del Cauca.
Yule Medina, destacó por su liderazgo y compromiso con la comunidad para proteger y cuidar la vida, desde sus roles como Guardía Indígena y presidente de la Junta de Acción Comunal. También pertenecía a un esquema de protección, pues desde 2017, 17 guardias Indígenas han sido asesinados por grupos armados.
Su asesinato es un llamado al gobierno nacional y autoridades internacionales para la protección y garantía de una vida libre de amenazas hacia personas defensoras de la vida y del territorio.
- Carlos Andrés Ascue Tumbo
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Foto: CRIC
El 29 de agosto de 2024, fue asesinado el Kiwe Pu’yaksa (Guardia Indígena) Carlos Andrés Ascue Tumbo del Pueblo Nasa. El joven Nasa de 30 años era reconocido por su labor como líder, Guardia Indígena y coordinador pedagógico del Consejo Educativo Local del resguardo de Pueblo Nuevo, en el municipio de Caldono, Cauca. Además, era estudiante de Antropología en la Universidad del Cauca.
Desde abril de 2024, Carlos Andrés había denunciado ante las autoridades una serie de amenazas por grupos armados debido a su labor de defensa del territorio y de derechos humanos. Lamentablemente, a pesar de estas advertencias el gobierno no tomo acción para evitar su asesinato.
Su pérdida deja un profundo vacío en su comunidad, marcado por la ambición de quienes buscan silenciar a quienes trabajan por el bienestar colectivo. Carlos Andrés será recordado por su compromiso con la educación, la defensa de su pueblo y los valores que encarnaba como Guardia Indígena.
- Julio Zalabata Luque
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Foto: Colombia Informa
Julio Zalabata Luque, Mamo (líder espiritual), fundador y autoridad tradicional de la comunidad Arhuaca Kwanimun fue privado de la vida el 21 de septiembre de 2024 a la edad de 72 años en la zona rural del municipio de Pueblo Bello, en el departamento del Cesar. Era reconocido por su desempeño fundamental como conciliador y mediador en la resolución de conflictos internos en su comunidad, por lo que su muerte deja a decenas de personas consternadas.
Según investigaciones posteriores, el 4 de noviembre del mismo año se identificó a Rafael Francisco Hernández Maestre como el presunto responsable del asesinato. Se determinó que Hernández Maestre habría golpeado al Mamo Julio Zalabata Luque con un garrote para robarle sus pertenencias. Este acto violento subraya la vulnerabilidad de líderes Indígenas en el contexto de inseguridad que afecta la región.
- Daniel Nolavita
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Photo: Indepaz via X
Daniel Nolavita, un líder Indígena y autoridad del Pueblo Kogui en la Sierra Nevada de Santa Marta fue secuestrado junto con su esposa (quien posteriormente fue liberada) el 3 de septiembre de 2024 en su domicilio, ubicado en la vereda Cherua, en Ciénaga, en el departamento de Magdalena. Nolavita, quien era un destacado defensor de los derechos de su pueblo, había participado recientemente en una manifestación en Magdalena, ciudad de Santa Marta.
Desafortunadamente, el 7 de octubre, la comunidad encontró el cuerpo sin vida de Nolavita, confirmando el desenlace fatal de un caso que evidencia la vulnerabilidad de los líderes sociales en Colombia y la urgente necesidad de garantizar su protección y justicia. Ante esta grave situación, la comunidad Kogui y diversas organizaciones sociales exigieron justicia y protección para los líderes sociales, pues viven atemorizados por este y hechos violentos pasados.
La zona donde ocurrió el secuestro está marcada por la presencia de grupos armados como las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada y el Clan del Golfo. Aunque estas organizaciones negaron su responsabilidad en el hecho, los actores delictivos que buscan el control territorial han amenazado y desplazado a otros pueblos que habitan en la región como los Arhuaco, Wiwa y Kankuama.
- Didier Yesid Vélez Ogari
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Didier Yesid Vélez Ogari, de 21 años, fue asesinado el 16 de octubre de 2024. Vélez pertenecía al pueblo Embera Chamí y se destacaba como Guardia Indígena y defensor de derechos humanos en su cabildo, La Esperanza, ubicado en el municipio de Alcalá (Valle del Cauca). Desde 2017, esta comunidad ha enfrentado desapariciones forzadas y amenazas constantes por actores armados ilegales. Organizaciones como la ONIC y otros colectivos Indígenas denunciaron los persistentes hostigamientos, exigiendo a las autoridades la implementación de medidas urgentes para proteger a líderes y comunidades Indígenas que defienden sus derechos y territorios.
- Darwin Falla Teteyé
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El 3 de noviembre de 2024 fue asesinado Darwin Falla Teteyé en la comunidad Indígena de Los Estrechos, ubicada en el municipio de Solano, Caquetá. Según los reportes, no había recibido amenazas previas. Sin embargo, la comunidad local señala a las disidencias armadas que operan en la zona como los posibles responsables, grupos que han impuesto restricciones sobre las comunidades locales, generando un ambiente de tensión y vulnerabilidad. Días después del suceso, se dio a conocer que los presuntos autores del crimen fueron las disidencias de las Farc, al mando de alias Iván Mordisco.
Darwin Falla Teteyé, reconocido etnoeducador de la comunidad Uitoto, dedicó su vida a trabajar con la niñez y su comunidad, promoviendo el cuidado del medio ambiente y la preservación de los saberes ancestrales. Se desempeñaba en la Institución Educativa Fortunato Really del Resguardo Puerto Sábalo Los Monos, específicamente en la sede Los Estrechos del pueblo Murui Muina, en Solano, Caquetá.
Su asesinato ha generado una profunda consternación en la región y entre organizaciones educativas y sociales. Desde la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación y otras entidades, se ha hecho un llamado urgente a las instituciones nacionales e internacionales para garantizar la protección de los etnoeducadores en el departamento de Caquetá, quienes enfrentan riesgos constantes debido a la presencia de grupos armados en los territorios Indígenas.
- José Emanuel Oca Cuspian
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Foto: ACIN
José Emanuel fue asesinado el martes 5 de noviembre de 2024 en la mañana cuando se movilizaba en su motocicleta. El líder Indígena perteneciente al pueblo Nasa se desempeñaba como dinamizador educativo en la vereda Lomitas, Resguardo de San Andrés de Pisimbalá, donde trabajaba en defensa de la cultura Nasa y la protección de su territorio ancestral. Además formaba parte de la Guardia Indígena.
Con su asesinato se denuncia un exterminio hacia lxs defensorxs de los Pueblos Indígenas que luchan por la defensa de la tierra y la cultura. La Asociación de Cabildos Genaro Sánchez expresó el impacto que este tipo de asesinatos tiene en las comunidades: “La sangre y muerte, que deja un sinsabor en nuestra organización, no es una muerte más, son unos sueños que se apagaron una vida que tenía muchos frutos por cosechar y la callaron”.
- Lorenzo Pascal Guanga
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Foto: Indepaz
Lorenzo Pascal Guanga, perteneciente al pueblo Awá, fue gobernador suplente de la comunidad de Anza Mapi del resguardo Indígena Awá El Gran Sábalo. Desapareció el 24 de noviembre del 2024 en el sector de las Palmas cuando se desplazaba hacia otro Resguardo. Su cuerpo fue encontrado a orillas del río Nulpe con señales de haber sido torturado a los días de su desaparición.
La violencia presente en los territorios Indígenas de Colombia provoca un clima de miedo y de abandono a las familias y comunidades Indígenas. La ausencia de la presencia del estado ante los graves crímenes y desapariciones dentro de estos territorios ha dado libertad a los grupos armados que propician la violencia que a diario va en aumento.
La situación para el pueblo Awá es tan grave que la Corte Constitucional considera que es una de las culturas en riesgo de extinción, lo cual se ve acentuado por el uso de su territorio por parte de grupos armados como corredor para transportar productos ilícitos.
- Alexander Pilcue Tenorio
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Foto: Indepaz via Instagram
Alexander Pilcué Tenorio, perteneciente al pueblo Nasa, guardia Indígena y profesor, fue asesinado en la zona rural de Santander de Quilichao el 18 de diciembre de 2024, luego de que, presuntamente, su motocicleta fuera robada. Sin embargo, debido a su rol en la comunidad y como defensor del territorio y educador, la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) no descarta que existan otros motivos.
El asesinato ocurrió luego de realizar sus labores, víctima de un ataque que deja a su familia y comunidad en un fuerte dolor. Alexander se desempeñaba como guardia de protección de la mayora del CRIC Rosalba Velasco, por lo que creen que su asesinato tiene que ver principalmente por su trabajo en la defensa del territorio Indígena.
ACIN expresó “Perdemos un guardia, un comunero, un hijo, un amigo y dinamizador de este proceso organizativo, abrazamos la familia Pilcue Tenorio y rechazamos estos actos de violencia que nuevamente enlutan a nuestra comunidad.”
Ecuador
- Alberto Quiñónez and Didson de la Cruz Quiñónez
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Alberto Quiñónez y su sobrino Didson De la Cruz Quiñónez, de 12 años, líderes de la nacionalidad Indígena Chachi, fueron asesinados el 20 de febrero de 2024 en un ataque por parte de grupos armados. Estos hechos suceden en la provincia de Esmeraldas, una región que históricamente se ha visto afectada por la minería ilegal, la cual ha causado amenazas a las comunidades Indígenas que habitan la zona.
Alberto Quiñónez y Didson De la Cruz Quiñónez pertenecían a la comunidad Tseipi y eran representantes de la Federación de Centros Chachi del Ecuador (FECCHE). Sus territorios están afectados por plantaciones de palma africana, tala ilegal y minería ilegal de oro.
Este trágico incidente subraya los riesgos constantes que enfrentan líderes Indígenas en su lucha por la defensa de sus derechos y territorios.
Mexico
En México habitan 68 Pueblos Indígenas, quienes dan vida a una diversidad lingüística enriquecedora y a un saber ancestral y cultural que son los aspectos que caracterizan a los Pueblos Indígenas mexicanos. Aunque México firmó el Convenio 169 de la OIT en 1990, y en 1992 el país se reconoció como una nación pluricultural al modificarse el artículo 2 de su Constitución, esto no ha sido suficiente para erradicar la desigualdad y la falta de oportunidades y para garantizar el respeto a las formas de vida y culturas Indígenas.
Por otra parte, los Pueblos Indígenas en México enfrentan la presencia de modelos productivos y de desarrollo que atentan a sus formas de vida y principalmente su cultura, alterando la biodiversidad y afectando directamente a los territorios que habitan. Es así como diversos liderazgos que protegen la tierra y su cultura han alzado la voz para proteger la extracción de recursos naturales que afectan a sus comunidades y los sistemas de vida basados en el equilibrio con la naturaleza. Estos procesos han dejado violencia, asesinatos, desapariciones, hostigamientos y criminalización a líderes ambientales.
El informe más reciente de Global Witness indica que más del 70% de las personas defensoras asesinadas en 2023 en México eran de Pueblos Indígenas, registrando 18 asesinatos de defensorxs de la tierra y del medioambiente. Por lo que la defensa de la tierra se ha convertido en una acción que trae consigo vulnerabilidad y peligro de quienes levantan sus voces y defienden la vida libre de contaminación y violencia, queriendo vivir en respeto y armonía con la tierra.
- Palemón Vásquez Cajero
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Foto: Desinformémonos
La noche del 18 de marzo de 2024 Palemón Vásquez, de 60 años y perteneciente al pueblo Mixteco, fue asesinado en la comunidad de Santa Elena Comaltepec, municipio Jamiltepec, Oaxaca, cuando se dirigía a su casa y una persona en motocicleta le disparó dándose posteriormente a la fuga.
Palemón Vásquez fue profesor y activista por la educación Indígena y trabajaba por la defensa de los derechos de su pueblo y de los Pueblos Indígenas en general. Como secretario ejidal defendió la tierra al oponerse a diversos megaproyectos por lo que su asesinato pone de manifiesto la violencia que se ejerce ante quienes protegen los territorio de los mega proyectos que invaden los territorios Indígenas para extraer sus recursos naturales en beneficio de empresas.
- Rafael Bautista Cruz y Eutimio Medina Herrera
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Entre el 13 y 19 de agosto de 2024, la comunidad Nahua de El Coire, Michoacán, sufrió una serie de ataques armados por parte de grupos criminales que tuvieron como consecuencia la desaparición de 7 personas, la tortura de decenas, violación de mujeres y el asesinato de Rafael Bautista Cruz y Eutimio Medina Herrera. Además, se contabilizaron un estimado de 250 personas desplazadas a causa de estos hechos.
Los desaparecidos son los hermanos Miguel, Antonio y Filiberto Orcino Oliveros, Teodulo Alvarez Rentera, los hermanos Rodrigo y Rene Mares Doroteo e Israel Angel Martínez, varios de ellos menores de edad.
Las comunidades Nahua de esta zona llevan meses exigiendo protecciones frente a los ataques de grupos criminales, relacionados con el Cártel Jalisco Nueva Generación, que han desplazado a centenares de personas de varias comunidades pero las autoridades no han tomado medidas concretas. También se ha denunciado la infiltración por parte de grupos criminales en el autogobierno Indígena de la comunidad de El Coire, generando así divisiones y asesinatos.
- Marcelo Pérez
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Marcelo Pérez, religioso perteneciente al pueblo Indígena Tzotzil, quien llevaba dos décadas en el sacerdocio fue asesinado el domingo 20 de octubre de 2024 cerca de su parroquia del barrio de Cuxtitali, en el estado de Chiapas. Al terminar su primera misa, fue emboscado por dos sicarios quienes le dispararon.
Marcelo Pérez era un fiel defensor de los derechos de los Pueblos Indígenas y se destacó por su compromiso denunciando injusticias en varios ámbitos, lo cual le llevó a enfrentarse directamente con grupos políticos y mafias que ejercían poder en la región.
Marcelo ya había sufrido amenazas de muerte en numerosas ocasiones, por lo que en 2016, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos había pedido al Estado mexicano que protegiera su vida otorgándole medidas cautelares. Lamentablemente, una vez más la débil implementación de este tipo de protecciones por parte de las autoridades encargadas derivó en su asesinato.
- Adriana y Virginia Ortiz García
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Foto: IM Defensoras
Adriana y Virginia Ortiz García, hermanas y defensoras Indígenas del pueblo Triqui y pertenecientes al Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), fueron asesinadas el 6 de noviembre de 2024. Ambas defensoras fueron interceptadas por dos sicarios en motocicleta quienes dispararon contra ellas mientras llegaban a su casa en la ciudad de Oaxaca.
Adriana y Virginia fueron destacadas lideresas en el trabajo de defensa de los derechos humanos y desempeñaban labores de denuncia y protección, siendo asesoras jurídicas y llevando a cabo una importante labor en la búsqueda de sus primas Virginia y Daniela, desaparecidas en la región mixteca desde el 5 de julio del 2007. Su asesinato deja una gran perdida, por lo que generó que el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui de forma inmediata se movilizará para exigir justicia y condenar a los autores del asesinato de las lideresas.
Por otra parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos realizó un pronunciamiento señalando la importancia de realizar un análisis contextual en el cual sean considerados los factores socioculturales que garanticen el derecho a la justicia.
Oaxaca es uno de los estados mexicanos con más ataques frecuentes contra mujeres defensoras. En los últimos 10 años, defensoras que luchan por la vida, la cultura y la tierra han enfrentado un alto grado de violencia.
- Rigoberto Martínez Sandoval
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Rigoberto Martínez Sandoval, profesor Indígena del pueblo Triqui, fue asesinado el 11 de noviembre de 2024 por unos hombres que lo atacaron a balazos. Rigoberto fue un destacado profesor, quien a través del trabajo con niños y niñas de diversas escuelas, buscaba generar oportunidades que dieran esperanza a las familias y comunidades del pueblo Triqui.
Rigoberto también era parte del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) organización Indígena que nace hace 34 años con el objetivo de defender el territorio, sus recursos naturales y denunciar los hechos de violencia y represión de los cuales han sido víctimas por décadas el pueblo Indígena Triqui. Desde ahí la necesidad de Rigoberto de generar a través del deporte un camino de paz ante la violencia que enfrentan los niños y niñas Triqui.
Los fuertes hechos de violencia a los que se enfrenta el pueblo Triqui dejaron tres personas Indígenas asesinadas en menos de dos semanas, lo que da a conocer la realidad que enfrentan los líderes y lideresas pertenecientes al pueblo Triqui.
Peru
- Victorio Dariquebe Gerawairey
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Foto: Mongabay
Victorio Dariquebe Gerawairey, líder perteneciente al pueblo Indígena Harakmbut, fue asesinado el 19 de abril de 2024 en la región Madre de Dios, una zona históricamente impactada por la minería ilegal.
Victorio era guardaparque de un área natural protegida en la Amazonía peruana llamado Reserva Comunal Amarakaeri. El defensor Indígena fue perseguido por varios hombres en un ataque que también terminó con golpes hacia su hijo menor, Edson Dariquebe, quien logró escapar. Su familia cree que mineros ilegales fueron los responsables de este ataque.
Victorio Dariquebe Gerawairey era hablante de la lengua de su pueblo, la cual se encuentra en peligro de exterminio, por lo que su asesinato supone además una pérdida cultural para el pueblo Harakbut. Uno de sus sobrinos le recordaba así “Mi tío era un hombre incorruptible, no se dejaba presionar por ilegales, por eso lo amenazaban, cuidaba mucho de su trabajo y a la comunidad”.
- Mariano Isacama Feliciano
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Foto: Fenacoka via Mongabay (Mariano Isacama a la izquierda)
Mariano Isacama Feliciano, líder Indígena perteneciente al pueblo Kakataibo, desapareció la noche del 21 de junio de 2024 cerca de la comunidad nativa de Puerto Azul, ubicada en la ciudad de Aguaytía, lugar donde él vivía. Desde ese día no se logró establecer ninguna comunicación con el líder, quien había comunicado que ya había recibido amenazas de muerte a través de varios canales.
Tras su desaparición, se hizo la denuncia debido a las sospechas que existían de la vinculación de terceros en su desaparición, ya que el líder participaba en las distintas acciones para erradicar el narcotráfico del territorio comunal.
El cuerpo de Mariano Isacama fue encontrado sin vida y con signos de tortura el domingo 14 de julio de 2024 cerca de la región amazónica de Ucayali. Con el asesinato del líder Indígena, las organizaciones de las que él fue parte y conocieron su trabajo como defensor indicaron que “Mariano Isacama Feliciano es un ejemplo del sacrificio y el compromiso necesario para salvaguardar nuestro planeta”.
- Gerardo Keimari Enrique
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Foto: Mongabay
Gerardo Keimari, líder Indígena perteneciente al pueblo Matsigenka, fue encontrado sin vida el 7 de octubre de 2024 en el río Madre de Dios tras haber recibido amenazas de muerte. Su asesinato tuvo lugar cerca de la comunidad Indígena Shipetiari, en medio de la Reserva Comunal Amarakaeri, donde Mariano Isacama Feliciano había sido desaparecido y asesinado tan sólo unos meses antes.
Gerardo era miembro del programa de protección de personas defensoras del Ministerio de Justicia del Perú, aunque estas protecciones no fueron suficientes para evitar su asesinato.
Gerardo había participado activamente en el proceso de ampliación territorial, lo que trajo consigo amenazas y ataques armados, denuncias que Gerardo había reportado con anterioridad a su asesinato. Desde el Ejecutor del Contrato de Administración (ECA) Amarakaeri denunciaron a través de un comunicado los constantes hechos de violencias y las acciones que están organizando para exigir un proceso de justicia y paz para su comunidad.