
Por Sócrates Vásquez (Ayuujk, Equipo de CS)
En el corazón de Michoacán, México, el lago de Pátzcuaro se erige como un cuerpo de agua de vital importancia ecológica, cultural e histórica. Sin embargo, a pesar de su relevancia, se encuentra en una encrucijada crítica: la contaminación, la sobreexplotación y los efectos del cambio climático se han convertido en una amenaza sin precedentes, poniendo en peligro su biodiversidad, así como el sustento y la identidad de las comunidades que dependen de él. Este artículo busca aproximarse a la compleja interacción de factores que contribuyen a la degradación del lago, destacando tanto la evidencia científica como las voces de las comunidades locales, quienes a su vez han contribuido de manera significativa en la recuperación y cuidado de este cuerpo de agua.
A inicios del 2025, dos integrantes de Cultural Survival recopilamos información y testimonios de pobladores de comunidades ubicadas en la ribera del lago de Pátzcuaro, conociendo directa y personalmente la situación que se está viviendo en este lugar. Comprobamos que la contaminación del lago es un problema multidimensional: las descargas de aguas residuales sin tratamiento, la deforestación, la erosión del suelo, el turismo de masas y el uso excesivo de agroquímicos han contribuido significativamente a la degradación de la calidad del agua. Además, la sobreexplotación del recurso hídrico para la agricultura y otras actividades humanas han reducido el nivel del lago, afectando su ecosistema y la vida acuática que alberga.
A esto se suma el cambio climático, que ha agravado aún más la situación. Las sequías prolongadas, la disminución de las lluvias y el aumento de la temperatura del agua han alterado el equilibrio natural del lago, provocando la pérdida de biodiversidad y la proliferación de algas nocivas. Estos cambios no sólo afectan la salud del ecosistema, sino también impactan la pesca y otras actividades económicas que dependen del lago.
Para las comunidades Indígenas purépechas, que han habitado la región durante siglos, el lago de Pátzcuaro es mucho más que un recurso natural. Es un elemento sagrado, un vínculo entre la naturaleza y la espiritualidad, y un componente esencial de su identidad cultural. La contaminación y degradación del lago representan una afrenta a su cultura y tradiciones, así como una amenaza a su forma de vida.
Roberto Carlos García, oriundo de la comunidad ribereña de Ihuatzio y guía espiritual, evoca la rica historia y conexión con el lago: "Aquí en Ihuatzio existió una cultura mucho muy importante. En Ihuatzio tenemos dos tiempos de formación: el primero que fue de origen náhuatl, por ello es que son los vestigios de los monolitos que se han encontrado, que mal nombre les han puesto Chac Mool, pero para nosotros son Huaxacatis, y el segundo con la llegada del primer Oreti Ticateme que, según la relación de Michoacán, entra por la que es actualmente la ciudad de Zacapu, llega al lago de Pátzcuaro y ya entra obviamente la formación del nuevo ciclo que somos nosotros los purépechas."
Por su parte, Sandra Gutiérrez, radialista Indígena, ofrece una visión dual de la situación: "Creo que es un lago que tiene mucho significado para todos nosotros y que se resiste a morir a pesar de toda esta contaminación y todas estas malas prácticas. Creo que nos está dando el ejemplo y la muestra de que se puede hacer algo, pero es algo que se debe hacer colectivamente." Además, añade: “Es un lago realmente muy resiliente. Desde que yo tengo memoria se ha dicho que el lago se está secando, que va a desaparecer, en los noventas se decía que en diez años el lago iba a secarse completamente y no ha sucedido. Creo que tiene mucho que ver también por las personas que se preocupan por el lago, pero también el lago mismo, que tiene vida y que se resiste a morir”.
El lago de Pátzcuaro alberga una rica biodiversidad que incluye especies endémicas de aves, peces y otros organismos acuáticos. La contaminación, la sobreexplotación del lago y el cambio climático amenazan la supervivencia de las mismas, poniendo en riesgo el equilibrio ecológico del lago y de la región en general. La pérdida de biodiversidad no sólo tiene consecuencias ecológicas, sino también económicas y culturales. La disminución de las poblaciones de peces afecta la pesca y la seguridad alimentaria, mientras que la desaparición de especies endémicas (como el pez blanco) representa una pérdida irreparable para el patrimonio natural y cultural de México.
Resaltamos que la pesca, una actividad tradicional y fuente de sustento para muchas familias purépechas, se ha visto gravemente afectada por la disminución de las poblaciones de peces y por la contaminación del agua. Asimismo, la pérdida de la biodiversidad y la degradación del paisaje lacustre impactan negativamente el turismo, otra fuente importante de ingresos para la región.
Debido a la grave situación del lago de Pátzcuaro, diversas iniciativas comunitarias, gubernamentales y educativas están trabajando para protegerlo y restaurarlo. De acuerdo con información oficial, las iniciativas gubernamentales incluyen programas de educación ambiental, proyectos de reforestación, construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales y promoción de prácticas agrícolas sostenibles.
Nosotros resaltamos la importancia de las iniciativas impulsadas por las propias comunidades ribereñas. Sandra Gutierrez, por ejemplo, describe los esfuerzos impulsados desde la Radio Comunitaria Uekorheni para involucrar a las generaciones más jóvenes en el cuidado del lago: “Nosotros, ya a través de estos ocho años, trabajamos cada verano con infancias aquí en la comunidad y hacemos diferentes actividades que están vinculadas al territorio. Hablamos de la importancia del lago de Pátzcuaro, donde resignificamos también estos espacios comunales, esos espacios donde la gente se reúne a socializar, a platicar, a conversar, a convivir también en los espacios donde realizamos nuestras celebraciones, nuestras fiestas”.
Otra iniciativa comunitaria es la del Taller de Papel Artesanal Delirio, que durante alrededor de 20 años trabajó en la elaboración de papel hecho con lirio acuático extraído del lago. Cabe señalar que la proliferación de lirio acuático es una de las problemáticas principales de este cuerpo de agua: de acuerdo con información oficial “aproximadamente el 40% del lago” está invadido por él. Pero a pesar del importante trabajo de las y los integrantes del Taller de Papel, actualmente han limitado la producción papelera con lirio, pues, a decir de Esteban Silva, fundador del Taller, “uno de los grandes golpes que tuvimos fue hace 4 años, cuando al ir a sacar el lirio, en nuestro programa de recuperación o de protección de algunos manantiales, vimos que habían lanzado a la planta, a la maleza acuática, herbicidas”. Esto los puso en alerta y decidieron dejar de trabajar con lirio para evitar enfermedades derivadas del contacto directo con plantas contaminadas por herbicidas.
Durante nuestro recorrido por la región, logramos constatar también que las acciones gubernamentales para la recuperación del lago son mínimas. Documentamos, por ejemplo, que la planta de tratamiento de aguas residuales San Pedrito funciona sólo a 50% de su capacidad, es decir, no puede tratar toda el agua contaminada que llega al lago a través del río Guani, en el que se vierten desechos de las poblaciones e industrias aledañas al lago.
Ismael Quirino, trabajador de la planta de tratamiento, comentó que “la planta fue diseñada para tratar 100 litros de agua por segundo, pero falta una pieza que se llama tanque de sedimentación o sedimentador secundario. Ahí se sedimenta el lodo y uno de ellos no está funcionando. El medidor ya no funciona bien, pero se calcula que sólo se tratan de 44 a 47 litros por segundo. Hay mucha más agua que llega y no se puede meter toda a la planta para tratarla porque ya no hay capacidad”.
Frente a situaciones como estas, enfatizamos que el éxito de iniciativas para salvaguardar el lago de Pátzcuaro depende principalmente de la participación de las comunidades locales, especialmente de las comunidades purépechas. El conocimiento tradicional y la conexión espiritual con el lago son recursos valiosos que contribuyen a la conservación y restauración de este ecosistema vital.
El lago de Pátzcuaro se encuentra en un momento crítico. La acción colectiva y la colaboración entre comunidades, gobierno y organizaciones ambientales son esenciales para revertir el daño y asegurar un futuro sostenible para este tesoro natural y cultural. La protección del lago de Pátzcuaro no solo es una cuestión ambiental, sino también una cuestión de justicia social y cultural. Es un recordatorio de la importancia de vivir en armonía con la naturaleza y de respetar los derechos de las comunidades Indígenas y su conexión con la tierra y con el agua. El futuro del lago depende de la voluntad colectiva de actuar y de la capacidad de integrar el conocimiento tradicional ancestral con la ciencia moderna para lograr un equilibrio sostenible.