Por Xóchitl Calderón Jiménez y Mariluz Márquez Jiménez
Nos presentamos a ustedes, compañeras y compañeros que nos leen: somos Xóchitl Calderón Jiménez, de San José Chiltepec, y, junto con mi compañera Mariluz Márquez Jiménez, de Santa María Zapotitlán, queremos compartirles la historia de Jlijualay Tsomé 95.9 FM, nuestra radio comunitaria, un sueño que nació de la tierra misma, aquí, en la hermosa y resistente región chontal de Oaxaca.
Un territorio de montañas, semillas y resistencia
Nuestra región chontal es un lugar único. Estamos rodeadas de imponentes cerros que nos cuidan y nos recuerdan la fuerza de la naturaleza. Aquí, la vida se ve dirigida por el ciclo de la siembra: cada semilla que cae a la tierra es una promesa de alimento y de seguir adelante. La siembra, como los chiles y el tomate, no son solamente cultivos; son el centro de nuestra cultura, de nuestra forma de entender el mundo y de la convivencia en comunidad. Aprendemos desde pequeñas que el trabajo colaborativo, el tequio, es el pilar de nuestra existencia. Si el vecino necesita ayuda, ahí estamos. Si hay que construir un camino, lo hacemos juntos y esta misma idea con la que hemos crecido, es la que nos ha impulsado a crear nuestra radio.
La vida en comunidad es el corazón de todo lo que hacemos, nos unen las tradiciones, las festividades y la gastronomía que nos hace sentir en casa. Pero, más allá de la alegría de la convivencia, la unidad se volvió una necesidad cuando una amenaza llegó a nuestras tierras: el arribo de empresas mineras que buscaban explotar y destruir nuestro hogar, nuestro territorio chontal.
El grito de la tierra: nuestra radio, nuestra defensa
Fue en ese momento, ante la amenaza de que quisieran destruir nuestras tierras, cuando nuestros ciudadanos, nuestras autoridades y todas las personas que habitamos esta región decidimos unir fuerzas. No podíamos permitir que una empresa externa viniera a explotar y despojarnos de lo que es nuestro. Necesitábamos una alternativa de comunicación, un espacio propio donde las voces de todas las comunidades pudieran escucharse, compartir conocimientos y, sobre todo, defender nuestro territorio. Así, con esa decisión y con el apoyo e impulso de quienes nos han acompañado, decidimos fundar Jlijualay Tsomé, que significa “cerros chontales”, nuestra propia radio comunitaria.
Desde el primer momento, supimos que esta radio sería una herramienta poderosa. No solo para informar, sino para movilizar, para unir y para recordar la fuerza de nuestra identidad cultural y lingüística. En la cabina de Jlijualay Tsomé, ubicada en Santa Lucía Mecaltepec, trabajamos juntos: voluntarias y voluntarios, así como compañeras y compañeros nombrados por cargo en la radio. No ha sido fácil, pero con el apoyo de organizaciones como Tequio Jurídico y otras más, hemos ido sacando adelante cada día.
Voces que transforman: temas y aprendizajes en Jlijualay Tsomé
En Jlijualay Tsomé hablamos de todo lo que nos importa: temas de nuestro territorio, la importancia de preservar nuestra lengua chontal y la música de nuestra región, que nos alegra el alma. También usamos la radio para dar anuncios y avisos importantes, compartir convocatorias de festividades, hablar de la rica gastronomía de nuestra región y de muchas otras cosas interesantes que suceden en nuestras comunidades.
Esta radio nos permite descubrir lo valioso de nuestras ideas, aprender desde nuestras raíces, escuchar a nuestra gente y adquirir conocimientos importantes. Tocamos temas fundamentales como los derechos de los pueblos Indígenas, la educación y la salud comunitaria, nuestra cultura, el medio ambiente y, por supuesto, la defensa del territorio.
Las personas que integramos la radio somos voluntarias y voluntarios de las comunidades, en su mayoría jóvenes y mujeres, pero también maestros, sabios de las comunidades y, por supuesto, quienes aún hablan fluidamente la lengua chontal. Esto es muy importante para nosotros porque, aunque somos un pueblo chontal, cada vez menos personas hablan la lengua y escucharla en la radio nos ayuda a mantenerla viva.
Cuando empezamos en la radio no sabíamos nada; nadie tenía idea de cómo manejar los controles o la consola. Pero los talleres que nos han dado, paso a paso, nos han permitido aprender a usar la computadora, grabar y editar audios, manejar la consola y muchas otras cosas. Para quienes hemos participado, esta experiencia ha sido una oportunidad para fortalecer nuestras habilidades en producción radiofónica, mejorar nuestra expresión oral, aprender sobre grabación y edición de programas y, sobre todo, darle más voz a las mujeres, niñas y adolescentes, para que cuenten sus historias y reflexiones.
Hemos realizado producciones de cápsulas, locución y entrevistas, siempre con un enfoque de género, porque sabemos lo importante que es la participación de las mujeres. Todo este proceso es colaborativo: todas y todos participamos con entusiasmo, aprendiendo unos de otros, compartiendo vivencias y superando el miedo de hablar en el micrófono.
La fuerza de nuestra voz: mujeres en la radio
La participación de las mujeres en Jlijualay Tsomé ha sido transformadora. Tenemos ideas diferentes a los hombres y es fundamental que nuestras perspectivas se escuchen. Al estar casadas y con hijos en la comunidad, nos enfrentamos a la molestia de los esposos y a la responsabilidad del cuidado de la casa, los hijos y el campo, todo al mismo tiempo. Pero el compromiso con el cargo nos impulsa a seguir y, con el invaluable apoyo de otras mujeres de nuestra familia, podemos continuar. A pesar de los problemas, seguiremos apoyando, dispuestas a llegar hasta donde sea necesario, pues es un gran desafío para nosotras, las mujeres, decidir dónde dejar a nuestros hijos para poder participar plenamente.
No obstante, los cambios son evidentes: las mujeres se han animado a participar y a hablar en la radio; la lengua originaria se escucha más en los programas, lo que es vital para su preservación; y los jóvenes estamos perdiendo el miedo, sintiéndonos seguras y seguros al expresarnos. Se están tocando temas que antes se consideraban inapropiados en la región, como la violencia, el trabajo de las mujeres y nuestro derecho a decidir.
Para nosotras, la participación en la radio es una extensión de la vida misma. Nos permite alzar la voz, decir lo que pensamos, defender nuestros derechos y compartir lo que sabemos. La radio nos da fuerza y visibilidad; nos sentimos más seguras y más valoradas.
Ya no pensamos que lo que opinamos no importa; sabemos que podemos proponer y ser escuchadas. Estamos animando a más compañeras a unirse porque, entre más seamos, más fuerte será nuestra voz.
La radio no es solo un medio para informar, sino una herramienta poderosa para defender nuestras voces, nuestra lengua, nuestra lucha. A través de ella, hemos podido hablar de los derechos de las mujeres, de la cultura de los Pueblos Originarios, de los saberes de antes y de los problemas que vivimos en nuestras comunidades. Hemos aprendido a comunicarnos con responsabilidad, a trabajar en equipo, a editar audios y, sobre todo, a escuchar: escuchar a la gente, sus historias, sus dolores y sus sueños.
Hoy nos sentimos orgullosas de ser parte de la radio Jlijualay Tsomé, una radio que nace desde el corazón del Pueblo Chontal y que sigue latiendo gracias a la participación colectiva y al amor profundo por nuestras raíces. Nuestras voces resuenan en estos cerros, llevando el mensaje de unidad, resistencia y esperanza a cada rincón de nuestra tierra.